Estuvimos en el reestreno y comienzo de la cuarta temporada de "La lengua es un músculo, pero el lenguaje es un virus", obra escrita y protagonizada por Diego Carreño, que luego de ser un éxito en el off, debutó en Calle Corrientes a sala llena.
Este unipersonal nos presenta a un hombre que ha permanecido los últimos 24 años trabajando en la tesis que le permitirá graduarse como filólogo u hombre de letras. Su trabajo lo basó en un planteo hecho por William Burroughs, a quien él admira, en el que afirmaba que "El lenguaje es un virus". A partir de esta premisa, y con mucho humor, el protagonista dialoga con sus padres a través de una carta que va escribiendo en una máquina de escribir, y va explicando los descubrimientos que fue encontrando en su investigación.
El texto de este unipersonal es imparable, es divertido y muy creativo. La interpretación de Diego Carreño es fabulosa, no sólo por el ritmo que tiene la obra, sino por lo compleja que es. Es realmente un desafío interpretar esta obra por la memoria que requiere del artista, y por mantener el humor en cada frase.
La obra cuestiona el lenguaje y se arman juegos de palabras tan ingeniosos que resultan en enredos semánticos muy divertidos.
La puesta en escena expresa lo que realmente pasa en la vida del protagonista, todo el escenario está cubierto de papeles escritos, con ideas, con cuestionamientos, con descubrimientos y una gran tesis que está en proceso de finalización.
La dirección de Leandro Aita es muy buena y logra un gran resultado en escena.
Destacamos el final de la obra, que cierra de una manera original y genera aún mas risas en la platea.
"La lengua es un músculo, pero el lenguaje es un virus" es un éxito y realmente tiene todo para serlo. Las funciones son en el teatro Picadilly (Av. Corrientes 1524, CABA), los domingos a las 20.30hs. Las entradas se consiguen en el teatro o en PLATEANET.
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