Crítica: Caperucita, un espectáculo feroz

Caperucita es la nueva obra estrenada de Javier Daulte (director de Baraka, autor y director de ¿Estas ahi? y La Felicidad, entre otras obras). Caperucita es la historia de Silvia, una mujer joven que vive con mucha angustia el estado de salud de su abuela y a quien quiere casi más que a su madre. Silvia conoce a Victor, un mentalista, quien se enamora con locura de ella, pero no es correspondido como él desea. A partir de este desencuentro amoroso, Victor decide ocupar el objeto de amor de Silvia, por lo que decide matar a la abuela y trasvestirse en ella. Caperucita escapa a los argumentos del teatro convencional y podría calificarlo como un thriller psicológico muy interesante para ver. Las actuaciones son muy buenas y están a cargo de Verónica Llinás (la abuela), Valeria Bertuccelli (Silvia), Hector Díaz (Victor) y Alejandra Flechner (la madre de Silvia). La puesta en escena es sorprendente, con escenarios que se recrean con paneles móviles y un juego de luces y la música que acompaña en cada movimiento de espacios y tiempos en los cuales transcurre la historia. Según las palabras de Javier Daulte (el autor): "Caperucita está atrapada y nadie puede ayudarla a salir. El afecto es muchas veces una trampa y como su semblante es noble, suele ser una trampa sumamente eficaz". Gracias a la decisión de los actores y la producción, la obra tiene una promoción, por un tiempo limitado, con una entrada general a un precio único de $50. El público contento con estas decisiones ya que anoche la sala más grande del Multiteatro estaba prácticamente completa. Una atractiva e interesante apuesta en la cartelera porteña para disfrutar y pensar.