Crítica: El Hombre Elefante

El hombre elefante cuenta la historia de una persona que nació con deformidades físicas en Inglaterra a mediados del 1800. La crueldad y el dolor, tanto físico como sentimental, están presentes en toda la obra. La obra de Bernard Pomerance nos invita a hacer un análisis sobre la mirada hacia lo diferente en una sociedad que juzga o actúa por conveniencia.

El protagonista es Alejandro Paker y realmente es el que se pone la obra al hombro y la hace salir a flote. Una gran actuación de este talentoso actor que sabe desenvolverse muy bien en el drama, como en la comedia o en los musicales. Acompañan la historia, con correctas actuaciones, Julieta Cayetina y Gabriela Bevacqua; el resto del elenco es el punto más débil de El hombre elefante, con actuaciones muy poco convincentes, con muchas trabas en la letra e incluso pareciendo que faltaba ensayo. Una pena que el elenco no acompañe al protagonista porque desluce la obra que tiene un mensaje muy duro y para reflexionar sobre todos los seres humanos como sociedad.

La escenografía es sencilla pero cumple su función y acompaña el desarrollo de la obra. La dirección está a cargo de Daniel Suarez Marzal.

Esta segunda etapa de la temporada 2013 se presenta en el Teatro El Cubo ubicado en Zelaya 3053 de la Ciudad de Buenos Aires.