Crítica: Al final del arco iris

La talentosa Karina K se pone en la piel de Judy Garland y nos mete en sus últimas semanas de vida. Una vida llena de adicciones, de amores y pasiones. Todo transcurre en una lujosa habitación de un hotel de Londres en donde se prepara para dar una serie de conciertos.

Al final del arco iris es una comedia musical dramática, con muchos momentos divertidos, que nos muestra a una mujer con el corazón roto, una mujer que ha sufrido mucho. En esta obra se podrán escuchar conocidas canciones como Somewhere over the rainbow entre otras. Al final del arco iris es una obra de Peter Quilter que fue representada en muchas ciudades como Sydney, Madrid, Lisboa, Londres, Nueva York, Edimburgo y, que en esta temporada, llegó a Buenos Aires.

La obra nos invita a conocer la vida de Judy Garland, pero cuando uno sale del Teatro Apolo no puede parar de elogiar a Karina K. Es simplemente genial. Las actuaciones de Antonio Grimau y Federico Amador son realmente muy buenas; qué oportunidad se perdió Nicolás Vázquez (abandonó el proyecto a pocas semanas del estreno para priorizar la televisión) de ser parte de una obra teatral que engalana la cartelera porteña.

La escenografía es vistosa, pero sobresale el trabajo de iluminación que recrea cuadros muy buenos durante el desarrollo de la obra. El vestuario de Pablo Battaglia es fino, elegante y acorde a la época en que sucede la acción. 

Si quieren conocer un poco más sobre la vida de Judy Garland, vayan a ver esta obra. Si quieren ver a un talentoso grupo de actores y músicos sobre el escenario, les recomendamos ver Al final del arco iris.

Al final del arco iris
Teatro Apolo (Av. Corrientes 1372)
Funciones: miércoles a domingos
Entradas: desde $180
www.plateanet.com