Crítica: Quiero el beso

Quiero el beso, de Martín Dichiera y Florencia González, está ambientada en los años 50 en el pueblo de Suipacha, y nos presenta a dos mujeres que viven allí, en la rutina del día a día y sin muchas expectativas de cambios, hasta que aparece un hombre, un comerciante, que llega al pueblo y cambiará la vida de ellas.

Esta historia es actual, que puede darse en un pueblo o en la ciudad, que se presenta ambientada en el año 1947 pero tranquilamente podría darse en nuestros días. Quiero el beso está protagonizada por Mariela Passeri, Francisco Ruiz Barlett y Melisa Labat. La dirección está a cargo de Florencia Muriel González. 

La obra tiene un muy buen libro, que en tan sólo 70 minutos, presenta a los personajes, nos ambienta perfectamente en la época, y cuenta una historia que toma un giro inesperado y finaliza dejando al espectador en un espacio de reflexión. 

Quiero el beso es de esas obras que cierra por donde la mires. Tiene un buen libro, las actuaciones son muy buenas y los protagonistas intercalan canciones en varias escenas, interpretadas con muy lindas voces. La música está a cargo de la pianista Julieta Iglesias, quien toca en vivo. La escenografía es sencilla, pero las proyecciones son muy efectivas durante el transcurso de la obra y recrean gratamente cada espacio en donde transcurre la acción. La iluminación es correcta y juega un rol importante en la obra. Cada elemento de Quiero el beso está en su justa medida y, en su conjunto, hacen que esta obra haya comenzado su segunda temporada con la sala llena de gente (localidades agotadas), y aunque no es muy común en estos días, hubo gente que quedó sin poder comprar la entrada para la función a la cual asistimos (martes 4 de marzo). Un buen inicio para la 2da temporada de Quiero el beso. Recomendada.

Quiero el beso
Teatro El Ópalo (Junín 380 y Av. Corrientes)
Funciones: martes 21:00 hs
Reservas: 4951-3392 o elopaloteatro@gmail.com
Localidades: $100. Estudiantes y jubilados con carnet $80