Los jueves, a las 21hs, se presenta: "Esto también pasará" de Mariano Saba con dirección de Andrés Binetti en el Teatro del Pueblo. La obra, ganadora de la 3º edición del premio ARTEI a la producción de teatro independiente, presiona sobre la ironía de pensar la argentinidad como un vínculo entre el pasado y sus palabras, como una forma irrisoria de soñarse un futuro condenado siempre por el límite del silencio.
ESTO TAMBIÉN PASARÁ
JUEVES A LAS 21HS.
Teatro del Pueblo| Sala Carlos Somigliana | Av. Roque Sáenz Peña 943
Localidades: $100 | Mayores de 60 años: $70
Reservas al: 4326-3606 (de miércoles a domingo de 17 a 20hs.)
y/o por Alternativa teatral
En Facebook: Esto también pasará
Hasta el 27 de noviembre
Sinopsis
En un futuro lejano, Argentina se verá invadida por las aguas, sus tierras lamentarán calamidades y el tango -antiguo consuelo para una melancolía irredimible- deberá prohibirse dado el peligro de los brotes lacrimógenos.
Un gesto, un último gesto podrá insuflar esperanzas a la nación abatida: Córdoba será sacrificada, canjeada por un terruño infame en la nueva tierra prometida. La patria amputada, agujereada en el centro de su vientre, sueña nuevamente con desiertos salvadores: otro desierto para la nación. Allí irán, entonces, en un futuro muy lejano, cuatro temerarios tripulantes, los últimos hombres en llegar a Marte, los primeros argentinos en explorar el territorio conquistado. Allí irán: el Dandy, Wolfiasky, Córdoba y Perdomo, obnubilados por las ansias de proezas, de reconocimiento épico. Pero la historia, como la lengua de la rana, es proáctil: llega hasta un punto y se enrolla sobre sí misma. Y el olvido sobreviene. Incomunicados, desesperados, deberán descubrir el sino que les aguarda: ¿qué esperanza puede nombrarse si hasta la lengua se olvida a sí misma?
Un gesto, un último gesto podrá insuflar esperanzas a la nación abatida: Córdoba será sacrificada, canjeada por un terruño infame en la nueva tierra prometida. La patria amputada, agujereada en el centro de su vientre, sueña nuevamente con desiertos salvadores: otro desierto para la nación. Allí irán, entonces, en un futuro muy lejano, cuatro temerarios tripulantes, los últimos hombres en llegar a Marte, los primeros argentinos en explorar el territorio conquistado. Allí irán: el Dandy, Wolfiasky, Córdoba y Perdomo, obnubilados por las ansias de proezas, de reconocimiento épico. Pero la historia, como la lengua de la rana, es proáctil: llega hasta un punto y se enrolla sobre sí misma. Y el olvido sobreviene. Incomunicados, desesperados, deberán descubrir el sino que les aguarda: ¿qué esperanza puede nombrarse si hasta la lengua se olvida a sí misma?
Alguien vendrá a poner fin a sus sueños. Una sombra, una Apariencia.
Alguien vendrá, entonces, a cerrar la puerta.
Es decir, a abrir el afuera.
Porque es posible, es futuro. Lejano.
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