Novecento, de Alessandro Baricco, cuenta la leyenda del pianista del océano. La historia cuenta que un bebé recién nacido, fue encontrado en una caja sobre el piano de un transatlántico, y que ese niño creció en el barco, que fue adoptado por uno de los tripulantes, que se convirtió en un excelente pianista, y que la gente abordaba el buque con la sola intención de escucharlo tocar. Lo particular de este pianista, es que nunca bajó a tierra firme, pero a pesar de ello conocía a la perfección las diferentes ciudades del mundo. En uno de los tantos viajes, este pianista comienza a pensar en la posibilidad de bajar del barco, y allí se abre un interesante planteo sobre lo desconocido, sobre permanecer en lo seguro o arriesgarse a lo nuevo, sobre los miedos y la incertidumbre.
La historia es buena, así como la dirección y la puesta en escena, pero por sobre todo, sobresale la actuación de Darío Grandinetti. Ir a ver Novecento es asistir a una clase magistral de actuación. Un unipersonal siempre es un gran desafío para un actor, es una persona sola sobre el escenario que debe hacerse cargo de comunicar todo al espectador, la responsabilidad es muy grande y los resultados exitosos no siempre son fáciles de lograr; pero en Novecento lo que sucede es simplemente natural, Darío Grandinetti cuenta la historia de una manera inmejorable, con naturalidad, sin sobreactuar, con una convicción que muy pocos actores pueden lograr.
Sin dudas Darío Grandinetti es uno de los mejores actores argentinos. Desde Teatros Argentinos, recomendamos ir a ver este espectáculo, para ver y escuchar una linda historia, y para disfrutar de una gran actuación.
Las funciones son de viernes a domingos en el Teatro Metropolitan (Av. Corrientes 1343).
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