Crítica: GHOST, EL MUSICAL

Anoche fui a ver Ghost, el musical. Esta obra es la versión teatral y musical de la famosa película, una de las más románticas que dió el cine. Ghost, el musical ya tuvo su versión en Londres, y ahora llegó a la Argentina. Ghost, cuenta la historia de Sam y Molly, una pareja que sufre un cambio rotundo en su relación, a partir de la muerte de Sam durante un robo. Sam queda entre los dos mundos y,  para cuidar a Molly y vengar su muerte, se contacta con Oda Mae Brown, una medium que lo ayudará desde el mundo de los vivos.

La puesta de Ghost, el musical en Argentina, tienen aspectos positivos y otros no tanto. Lo positivo son las proyecciones que recrean los distintos ambientes; las voces de Matias Mayer (Sam) y Jennifer Schomberger (Molly); y la actuación de Natalia Cociuffo (Oda Mae Brown). Sin dudas los momentos de la Cociuffo son los mejores de la obra. La gente la aplaude y se divierte mucho con ella. Las coreografías de Alejandro Ibarra también son buenas y vistosas.

Si bien la historia original es muy linda y romántica, y la puesta en escena es buena, hay muchos detalles no cuidados, como efectos especiales que no funcionaron; las actuaciones no son parejas, muchos actores apenas parece que sabían la letra, hablaban en un tono de voz muy bajo y varias interpretaciones sobreactuadas, hacen que uno se vaya de la historia y no logre sentir lo que una obra como Ghost debería transmitir. En líneas generales, creo que lo falla en Ghost es la dirección, los actos son muy largos, así como también los momentos de silencios larguísimos entre los diálogos, daba la sensación de falta de ensayo.

El balance general de Ghost, el musical es regular. Si se va con muchas expectativas, quizás salgan un poco desilusionados; de todos modos, siempre es lindo ver propuestas nuevas en la cartelera teatral de Buenos Aires. Bienvenido Ghost a la temporada teatral porteña de invierno.

GHOST, EL MUSICAL
Teatro Metropolitan (Av. Corrientes 1343)
Funciones: martes 21hs
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