Momi, es una mujer sexagenaria, artista plástica, muy bien relacionada, pero para nada talentosa. Con un marido mucho mayor que ella, que la ha acercado a un mundo social muy tentador para sus expectativas de vida, va llevando su existencia entre su egocentrismo casi histriónico y el amor a su familia. Es madre de Edi, un muchacho de 35 años, quien trata de construirse a si mismo desde un lugar totalmente antagónico a lo que son sus progenitores y casi cambiando el amor maternal por el de la persona que lo crió, Alma, una mujer que ha dedicado su vida a trabajar en este hogar como empleada y criando a un hijo que no tuvo como propio. La relación Edi-Momi- Alma se vuelve turbulenta cuando se enfrentan a la verdad. La acción comienza cuando un buen día Alma se enferma y Momi “toma las riendas de la casa”. Queriendo reconstruir lo que nunca se construyó, más que crear lazos los anudan.