Teatros Argentinos: CRÍTICA: SHERLOCK

Sherlock, el misterio del guante rojo, es la nueva creación de Pepe Cibrián Campoy que se acaba de estrenar en el reinaugurado Teatro Ludé.

Sherlock, tal cual la definió el propio Pepito, es un delirio en cuanto al argumento, la historia va y viene en el tiempo rozando lo absurdo, con gags constantes y mezcla de situaciones locales en medio del desarrollo de este policial musical.

Lo mas fuerte de Sherlock son las actuaciones a cargo de un numeroso elenco, encabezado por Adabel Guerrero y Nicolás Perez Costa, que no para de demostrar talento cuadro tras cuadro. Las coreografías de Barby Majule son muy efectivas y muy lindas visualmente. Los bailarines, que son 20, demuestran que hay que un gran capital de talento argentino en el género musical.

Nicolás Perez Costa, interpretando a Watson, vuelve a confirmar su eficacia sobre el escenario y pone a disposición del público todo su histrionismo.

La gran sorpresa de Sherlock, es Adabel Guerrero, ya la habíamos visto bailando y haciendo acrobacias, pero la actuación también le sienta muy bien. Pasa del baile a la comedia, del humor al drama con mucha naturalidad. Se nota que se ha preparado, y no hay improvisaciones ni situaciones dudosas que suelen verse en los estrenos. Es una revelación en esta temporada.

La puesta en escena son los mismos actores, solo unos faroles colgados en el escenario y unas sillas que entran en algún momento hacen de escenografía; el vestuario en cambio es vistoso y hace que todo el elenco se luzca.

Pepe decidió salir de la vidriera, y del ritmo frenético de la Calle Corrientes, y volvió a sus orígenes, el off. Creó esta historia divirtiéndose y haciendo lo que tenía ganas sin pensar en la competencia o en la boletería, convocó a un numeroso grupo de talentosos y el resultado ya puede verse en el escenario del Teatro Ludé, una sala que por suerte se ha recuperado y ya se encuentra en todo su esplendor en esta temporada.