CRÍTICA: EVITA (LONDRES)

El musical Evita, de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, es una opera rock que cuenta en versión libre la vida de Eva Perón, desde sus orígenes humildes, su llegada a Buenos Aires, su vida con Perón, su acceso al poder, hasta su muerte a muy temprana edad.

Evita está de nuevo en la cartelera de Londres, actualmente se está presentando en el Teatro Phoenix del West End, en donde se presenta casi todos los días, haciendo doble función algunos de ellos.

La producción no es tan impactante como creía que iba a ser, la escenografía es bastante reiterada y se hace bastante uso de audios que van reflejando diferentes situaciones, pero por ejemplo, los famosos discursos en el balcón de la Casa Rosada, sólo es posible contextualizarlo si se conoce previamente la historia de Evita, sino bien podría interpretarse como que estuviera en un balcón de un hotel o en un gran salón. A nivel escenografía esperaba más de este musical.

El vestuario es muy bueno, y la calidad de los artistas excelentes. Un numeroso elenco integra esta obra, todos ellos interpretan muy bien las canciones y las coreografías, que también son muy vistosas.

Lo que mas me gustó es ver una gran bandera argentina varias veces sobre un escenario inglés, y la gente conociendo un poco de nuestra historia.

La versión de Evita de Andrew Lloyd Webber es libre y creo que en nuestro país no sería muy bien recibida, o al menos generaría mucha polémica la forma en que se presenta la vida de Evita.

Evita se estrenó por primera vez en el año 1978 en Londres, y un año después llegó a Broadway. Tuvo versiones en varios países, como España, Irlanda y México. Durante una temporada en Londres, estuvo protagonizada por Elena Roger, papel por el cual la nominaron a mejor actriz de musical ese año.

Sin dudas Evita fue un personaje muy importante en la historia argentina, que en tan pocos años de vida dejó su huella, y hasta tiene su propio musical dando vueltas por el mundo.