CRÍTICA: TODAS LAS CANCIONES DE AMOR

Una madre que espera la llegada de su hijo. Una historia de separación y un re-encuentro deseado. Un matrimonio sumido en el aburrimiento de una vida que pasa sin diálogos ni comprensión. La necesidad de una mujer por volver a ver su hijo, y que conduce al público de la mano por diferentes recuerdos que hoy son el motivo de su vida.

Todas las canciones de amor es una obra de Santiago Loza que cuenta con la dirección de Alejandro Tantanian, y el protagónico de Marilú Marini, quien está en escena con Ignacio Monna, y el músico Diego Penelas.

La historia de Todas las canciones de amor es simple, no tiene sobresaltos, pero es una gran excusa para ver a una actriz deliciosa que es un placer verla actuar. Ella es Marilú Marini, quien durante toda la obra conversa con el público, pasando por diferentes estados de ánimo como pocas actrices pueden hacer. Es un gusto verla actuar, y ella es el motivo para ir a comprar los tickets antes de que termine esa segunda temporada de la obra.

En escena acompañan a Marilú Marini, el pianista Diego Penelas y el actor Ignacio Monna, quien se pone en la piel del hijo que no está, e interpreta canciones con una potente y clara voz. Marini y Monna hacen una dupla muy linda, y transmiten sus sentimientos cálidamente hacia la platea.

Toda las canciones de amor se presenta en el Teatro La Paza de jueves a domingos. Obra recomendada.