CRÍTICA: LIZY, UNA CHICA DIFERENTE

Lizy Tagliani volvió a los escenarios con un nuevo espectáculo de humor. Esta vez desembarcó en el Teatro Apolo de la Calle Corrientes.

En este nuevo show, que se llama Lizy, una chica diferente, Lizy cuenta nuevas anécdotas de su infancia, divertidas historias con sus antiguas vecinas, experiencias vividas con famosos y la relación con sus padres.

Lizy está acompañada por sus compañeros de la televisión y una cantante que interpreta algunos temas con muy buen caudal vocal.

La hora y media que dura el show, es a pura risa. Las anécdotas y la forma en que son contadas, generan carcajadas constantes en el público.

Es un éxito logrado cuando la gente se ríe y se predispone tan bien ante un espectáculo teatral; desde el comienzo se percibe una buena energía en la sala, como cuando ingresa Javi y las chicas del Precio Justo, y "pre-calientan" al público que enseguida empieza a aplaudir y divertirse esperando a Lizy, hasta que ella aparece en escena y las risas estallan y los aplausos continúan hasta el final.

Lo bueno de este show, es que la gente empatiza con Lizy Tagliani desde el comienzo, le demuestran su cariño y agradece por tantas risas. Cuando termina el espectáculo, el público se acerca a saludarla, le tiran besos y le gritan palabras de afecto. El telón baja y Lizy se queda en cuclillas saludando hasta el final, y la gente saluda desde la platea.

Lizy, una chica diferente es sin dudas un espectáculo para reír de principio a fin, y para compartir con la protagonista el cariño que la gente le tiene. Un nuevo, y merecido éxito de la humorista.

El show se presenta en el Teatro Apolo de la Avenida Corrientes, en la Ciudad de Buenos Aires.