domingo, 23 de junio de 2019

CRÍTICA: HUESITO CARACÚ

¿Por qué recomendamos a Huesito Caracú? Fácil, porque nos reímos, nos reímos mucho hasta que nos duela la panza. Porque hacía mucho tiempo que no teníamos esa sensación de haber disfrutado la obra de principio a fin.


Es increíble como interactuaron con nosotros haciéndonos sentir que estamos dentro de la historia. El desplazamiento entre las escaleras de la platea, la respuesta a las intervenciones de los chicos con una naturalidad que los integra y los hace parte necesaria de la obra, gracias al excelente trabajo de los actores. El espacio se presta para una cálida intimidad con el espectador.

Todo el tiempo hay carcajadas de los gurises del público, risas inocentes y contagiosas.

No es fácil conseguir esa reacción en los niños de hoy, donde el "me aburro" es algo instantáneo cuando pierden su atención en algo. Y no la caretean. Se aburren de verdad y te lo hacen notar enseguida. En Huesito Caracú, no existe ese momento.

No podemos imaginar a otro Huesito Caracú que no sea Guido Botto Fiora. Parece que el papel se escribió pensando en él. Laura Oliva, la miras y te reís, llena el escenario con su sola presencia. Destacamos el gran trabajo en escena de Ramiro Delgado (El Chuza).

El trabajo del resto de los actores es excelente, el movimiento, los gags son hilarantes. Se siente la química, la buena energía entre todo el equipo.


Muy buenas coreografías, algunas bastante exigentes. Bailar y cantar, una ciencia...

La banda que acompaña, con arreglos de Julián Midón, está estratégicamente desplegada en el escenario y es muy versátil, no queremos dar spoilers, pero no solamente escucharemos música folclórica. Esto es lo que hace que Huesito Caracú, sea disfrutada por chicos como por grandes.

Huesito Caracú es un alma libre, tierno por dentro pero fuerte por fuera como un ombú. Vive en el rancho con sus padres, tocando su guitarra y cantando. Él es un alma rebelde, confiado, amigo, hijo amoroso y valiente. Él tiene un amor que lo desvela en sus sueños y lo hace suspirar mirando las estrellas: la Flor Silvestre.


Reímos, nos emocionamos. Nos vamos de la sala pensando en las cosas lindas de la vida, en las más sencillas, en aquellas que no se pueden comprar con dinero. Decididamente es la mejor versión de Huesito Caracú que hemos visto. Vayan a verla.


Teatro El Picadero
(Pasaje Santos Discépolo 1857, CABA)

Entradas en el teatro y en Plateanet.com

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