CRÍTICA: AMPELMANN

Fuimos a ver una nueva obra de Víctor Winer que se llama Ampelmann y que se está presentando los días domingo en el Teatro Border.

Ampelmann comienza con la llegada inesperada de Miguel, un padre de familia que regresa a su casa luego de varios años de haberse ido sin despedirse. Se presenta feliz y exultante esperando que su familia lo reciba con emoción, como si nada hubiera pasado, pero se encuentra con una realidad muy distinta. 

A partir de ese momento, comienza la trama de esta obra que si bien habla de la lucha por los ideales, también habla del amor, y sobre todo invita a la reflexión, a decir basta y a poder ver en el interior de uno mismo lo que cada uno quiere o lo que realmente necesita.

Con un estilo disparatado, y con tono de comedia, Ampelmann es la mejor obra que vimos del dramaturgo Víctor Winer y, puntualmente en este caso, la diferencia la marca la dirección de Diego Rinaldi, quien tiene un gran ojo como director y es muy hábil para sacar lo mejor de cada artista. 

Emilia Mazer es la protagonista de esta historia y, como siempre nos tiene acostumbrados, realiza una gran interpretación de su personaje, con un final genial, que obviamente no spoilearemos, pero que vale la pena ver.

El elenco lo completan Cristian Thorsen, Fernando Dabove, Carolina Bonzi Ferrer y Felipe Martínez Villamil, todos ellos con muy buenas interpretaciones. 

La escenografía está muy bien resuelta, es colorida y recrea la cocina y living de una casa. Muy buen trabajo de Vanesa Abramovich y Federico Barreiro.

Ampelmann tiene otros dos puntos muy a favor que son: el teatro en donde se está presentando, porque El Border tiene un concepto sustentable, la platea es muy cómoda y de visión perfecta desde todas las ubicaciones; y el otro es el horario de la función, porque se presenta los domingos a las 18 horas, y eso hace que se convierta en un muy buen plan para terminar el finde.

Las entradas se pueden comprar en el teatro (Godoy Cruz 1838, CABA) o por la plataforma Alternativa Teatral.