martes, 19 de abril de 2022

CRÍTICA: CABALLITO DE MAR

Fuimos a ver Caballito de Mar, una obra escrita y protagonizada por Emanuel Zaldúa, que cuenta con dirección de Gonzalo Quintana y se está presentando en el Nün Teatro los viernes a las 23hs.

Caballito de Mar nos presenta a un hombre que se cuestiona y repite "Si no la hubiese visto no la habría conocido… Si no la hubiese conocido no me habría enamorado… ¿Cómo habría sido?, tal vez estaría rodeado de hijos, de miles de hijos jugando a la ronda de San Miguel".

Este unipersonal plantea el tema de la soledad y el poder aceptar, o no, que la pareja decidió terminar con la relación. Cuando la decisión es tomada unilateralmente y, de repente, todo el presente y el futuro ya no existen más, todo se transforma en dudas y absolutamente todo es incierto; pero en medio de la historia pasa un hecho insólito, que le hace replantear, una vez más, la vida a este personaje y a su vez, da sentido al título de la obra.

La interpretación de Emanuel Zaldúa es excelente, porque el texto requiere que todo vaya a un ritmo muy rápido, y cuenta la historia de abandono con gran destreza física, histrionismo y sobre todo con humor, que hace que esta obra sea un mix entre drama y comedia. Merecida ovación en el saludo final.

La obra cuenta con música en vivo y eso aporta un plus muy bueno. El pianista Horacio Pallarés acompaña e interactúa con el relato del protagonista desde el principio hasta el final.

Destacamos la dirección de Gonzalo Quintana, a quien ya conocíamos de otras obras, y nuevamente vuelve a hacer un impecable trabajo dirigiendo a este equipo que lo completan Yuri Alecrim y Pablo Kopp, quienes son fundamentales con su asistencia durante toda la obra, participando con la escenografía y asistiendo al protagonista constantemente.

La escenografía es otro punto fuerte a destacar. Una estructura metálica que recrea una casa, la cual es móvil y permite que el espectador vea desde diferentes perspectivas lo que va sucediendo. El diseño de la escenografía de Caballito de Mar, es un muy buen ejemplo de cuando la escenografía pasa a ser parte de la historia, porque la dinámica que le dieron, hace que se fusione con la angustia que vive el protagonista, y genera un efecto visual muy apreciable desde la platea.

Caballito de Mar tiene todo lo que se espera para ser una gran propuesta teatral, y es de esas obras del off que son una joyita que no hay que dejar de ver. Las funciones son los viernes a las 23hs en Nün Teatro (Juan Ramírez de Velasco 419, CABA). Las entradas se pueden comprar en el teatro o en la plataforma Alternativa Teatral. Vayan a verla que la van a pasar muy bien.

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