CRÍTICA: MADE IN LANUS

Este clásico del cine y teatro argentino, volvió a la cartelera porteña con una puesta impecable y una historia tan argentina que emociona y duele. 

Mabel y Osvaldo, una pareja de argentinos que vive en USA, regresa a su país luego de 10 años, para concurrir al casamiento de un familiar. Allí se reencontrarán con La Yoli y El Negro (hermano de Mabel), un matrimonio de clase media que, a pesar de las reiteradas crisis económicas, sobrevive como puede, en su casa de Lanús. Durante el encuentro, Mabel y su hermano develan una sorpresa que generará reacciones muy distintas y viscerales en cada personaje.

Made in Lanús es una obra tan argentina que sólo los argentinos podemos entender a estos personajes, donde cada uno en su postura tiene razón y se los entiende. Pero la vigencia de este texto maravilloso de Nelly Fernández Tiscornia, es doloroso porque a pesar de que los años pasan y pasan, las situaciones descriptas son las mismas en la actualidad, y esa contradicción constante en la que vivimos los argentinos está tan presente como en aquel momento cuando se escribió este guión.

El elenco está integrado por Alberto Ajaka, Cecilia Dopazo, Esteban Meloni y Malena Solda, todos ellos actores consagrados de los que poco se puede agregar que no se conozca, pero destacamos como cada uno hace crecer su personaje hasta llegar a una cima de emoción y compasión perfectamente lograda.

La dirección de Luis Brandoni es absolutamente maravillosa. Tuvimos el placer de estar en una función en la que Brandoni estaba en la platea y subió a saludar al público que no paraba de aplaudir de pie. 

Destacamos el diseño y realización de escenografía, por la veracidad y similitud con una casa de la época en la cual transcurre la historia, y por los detalles cuidados minuciosamente que no suelen verse en teatro, como abrir canillas y que salga agua, o cocinar una salsa sobre una hornalla cuyo olorcito llega hasta la platea. 

La producción general es de Nachi Bredeston, Juan Manual Caballé, Ricardo y José Luis Gallo. Felicitaciones enormes por esta apuesta que es fabulosa.

Made in Lanús es de esas obras que hay que ver, que llegan al corazón y que te hacen pensar. Todo turista extranjero que quiera conocer la fibra argentina tendría que elegir esta obra para conocernos en tan solo una hora y media. Made in Lanús se presenta en el Multitabaris (Av. Corrientes 831, CABA), de miércoles a domingo. Nos gusta terminar esta reseña con la frase final de la película que dio origen a esta versión teatral y que está dedicada a "A todos los amigos que no pueden volver. A los amigos que fantasean con irse. A todos." Vayan a verla. Obra recomendada.