CRÍTICA: EL CENTÉSIMO MONO

Arrancó la 9na temporada de una de las obras argentinas mas exitosas en el off y que está dentro de las consideradas "de culto" por el reconocimiento que tiene entre el público y críticos. Estamos hablando de "El Centésimo Mono" de Osqui Guzmán. 

La historia nos presenta a un mago que se está muriendo y que debe operarse de urgencia. A partir de ese disparador, el espectador va a presenciar todo lo que sucede en su cabeza una vez anestesiado, en su intimidad y enfrentando sus vulnerabilidades.

Esta obra es excepcional desde sus raíces, porque tiene una mezcla de magia que nos lleva directamente a querer saber "cómo se hizo un truco", en perfecta combinación con el teatro tradicional que nos plantea "lo que va a pasar" en una historia. El Centésimo Mono no es un show de magia, pero es una obra de teatro en donde la magia sobrevuela el ambiente todo el tiempo. 

Partiendo de que los tres protagonistas que integran el elenco son actores y son magos, eso ya hace que este espectáculo se destaque del resto; ellos son Emanuel Zaldúa, Marcelo Goobar y Pablo Kusnetzoff y lo que hacen en escena es formidable y asombroso. Esta obra requiere gran coordinación, tanto de textos como de movimientos, y todo fluye a la perfección. Gran trabajo de estos artistas que están bajo la impecable dirección de Osqui Guzmán.

El Centésimo Mono habla de la muerte y de la magia, y lo curioso es que ambas transitan por caminos similares, con lugares llenos de misterio y preguntas que no tienen respuestas. 

Esta obra es una propuesta inusual que rompe el molde de la actual cartelera porteña porque no es un drama, no es una comedia, no es un show de magia, pero lo es todo junto. El Centésimo Mono es un imperdible de esta temporada y se presenta en Timbre 4 (México 3354, CABA). Las entradas se consiguen en Alternativa Teatral (reserven con tiempo porque se agotan).