Este texto no sólo plantea el paso del tiempo, la crueldad del sistema de salud, el enojo ante lo inevitable, el acompañar a nuestros seres queridos, sino que también expone cómo vive y siente una persona que se da cuenta que el tiempo se acaba pero aún tiene ganas de vivir, y también el punto de vista de la persona (la hija en este caso) que hace todo lo que está a su alcance para contener al padeciente, pero a su vez tiene que seguir con sus actividades cotidianas necesarias para poder vivir.
Personalmente siempre nos gustan mucho las propuestas de Mariela Asensio, ya sea en su rol de dramaturga, directora o actriz; sus miradas gozan de originalidad y de una sensibilidad que hacen que su arte no pase desapercibido. Mas allá del texto que es conmovedor, el mismo se potencia de una manera exponencial con la participación de Cristina Maresca, para nosotros ella es de esas actrices que llegan al corazón, que conmueve con una naturalidad maravillosa, y que te hace reír con un gesto o una mirada.
La dirección de Paola Luttini es realmente precisa y, en conjunto con una puesta en escena que acompaña muy bien la historia, logran un gran producto teatral que nadie debería dejar de ver en esta temporada.
Destacamos el desenlace de la obra porque rompe la dinámica planteada hasta ese momento, en donde la autora da un giro hacia un final que pareciera se va construyendo espontáneamente. Esa escena final es sin dudas el climax de la historia (estén preparados para abrir sus corazones y dejarse llevar).
El Cuerpo Anímico no es una obra para pasar el rato porque seguramente los hará emocionar y reflexionar sobre lo importante en la vida. Las funciones son los jueves en el Teatro El Extranjero (Valentín Gómez 3378, CABA). No se la pierdan.
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