CRÍTICA: JUANA

JUANA, es una creación del coreógrafo español Chevi Muraday y del dramaturgo Juan Carlos Rubio, la cual es un homenaje, una reivindicación y un reconocimiento a la mujer a lo largo de la historia, evocando a "Juanas" famosas como: Juana La Loca, Juana de Arco, la Papisa Juana, Sor Juana Inés de la Cruz, Juana Azurduy y Juana Doña. 

La gran protagonista de este espectáculo es Juana Viale, quien hace un trabajo dificilísimo y exquisito. Este personaje requiere de una capacidad actoral y física impresionante, y Juana Viale nos dejó boquiabiertos. Es la segunda vez que vemos a Juana en teatro (la primera había sido en una obra en el Lola Membrives), y lo que creció a nivel artístico es gigantesco. Un placer verla actuar, y es para nosotros una revelación absoluta. 

Pero ella no está sola en el escenario, la acompañan cuatro artistas enormes, también por la entrega física y por la interpretación que este texto requiere. Ellos son: Nicolás Baroni, Rodrigo Bonaventura, Emiliano Pi Álvarez y Andrés Rosso. La precisión en sus coreografías y armado de escenarios, es perfecta. Aplausos de pie para ellos cuatro.

La escenografía es otro punto fuerte en este espectáculo, lo que parece un simple panel de fondo, cobra vida durante la historia y es impresionante todo lo que interactúa con los artistas y el simbolismo que tiene. 

La música es fundamental y excelente en "JUANA", y cumple un rol protagónico también.

La historia no resulta fácil de seguir, y lo que se cuenta en "JUANA" escapa al teatro convencional, pero es sin dudas, un ejemplo de cuando se dice que el teatro es cultura, porque este espectáculo abre la puerta para que antes, durante o después, te instruyas un poco más sobre quienes fueron estas mujeres claves de la historia. 

"JUANA" es historia, es expresión corporal, es música, es danza, es arte, es diferente y es buen teatro. Las presentaciones son de jueves a domingos en el Teatro Regio (Av. Córdoba 6056, CABA). Las entradas se consiguen por TICKETEK.